martes, 22 de septiembre de 2015

HOMENAJE A OSVALDO WADDINGTON



Ha trascurrido un último día de invierno desde la partida hacia el infinito o hacia el cielo de Osvaldo.

Amigo chanquino entrañable; se fue cuando en la primavera llegaron las golondrinas desde lejos.

Ha dejado una huella a fuego con todo lo que construyó en su vida.
Fue un alfarero que moldeó en el corazón de la gente chanquina y de Chile un vaso de la amistad.

Su semilla esparcida por la tierra seguirá floreciendo por todas las orillas de la vida.
Amó tanto a su tierra, como guardián de las tradiciones y sueños, que otros seguirán cultivando.

Sembró amistad, sembró amor, sembró compañerismo y esperanza en el alma, como una flor de copihue en la sangre de su pueblo chanquino.

Desde el corazón de sus amigos no lo olvidaremos, y seguirán vivas sus obras terrenales,  para que los chanquinos las continúen en homenaje a su amor por la tierra.

(JOSÉ CARRIÓN CANALES, ESCRITOR MAULINO.)

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