EL NIÑO DE PELO
ROJO
(1778 – 1842)
Un niño de pelo rojo
Nacía en Chillán Viejo
El cielo dio su reflejo
Para el azul de sus ojos.
El destino, a su antojo
Manejaba aquella historia
Su grandeza y su memoria
Traspasaría fronteras
La lucha por su bandera
Lo cubriría de gloria.
Tuvo un padre poderoso
Que lo ayudaba en secreto
Más que amor, tuvo respeto
Por ese hombre misterioso.
Este al final, fue piadoso
Para darle su apellido
Quiso enmendar los olvidos
Con una jugosa herencia
Su única descendencia
No quedaría sin nido.
Se educó en el extranjero
Con ideas libertarias
Entre libros y plegarias
Se fue encendiendo un lucero.
Con espíritu guerrero
Formó muchos regimientos
Por su patria el sentimiento
Le exigía libertad
Laureles de eternidad
Coronaron su portento.
Un amor lo cautivó
En las tierras europeas
Carlota fue la marea
Que la mente le cubrió.
Sin embargo la dejó
Desafiando un gran dolor
Dejó secarse esa flor
Que era su bien y consuelo
la libertad de su suelo
pudo más que aquel amor.
Formado ya en Inglaterra
instruido en buena escuela
De Miranda, lo desvela
sembrando vientos de guerra.
Agarra rumbo a su tierra
respirando independencia
lo cruzó una querencia
con quien lágrimas enjuga
la bella Rosario Puga
le daba una descendencia.
Autoexiliado en Perú
cuando tuvo que abdicar
incomprendido a rabiar
sufría la ingratitud.
Aquejado en su salud
en su última verdad
pronunció con claridad
pidiendo a Chile, se hermane
Magallanes, Magallanes
y se fue a la eternidad.
Bernardo O`Higgins se llama
este hombre valeroso
en batallas fue glorioso
cosechando honor y
fama.
“Patria Nueva” se le llama
a esa franja de la historia
allí se vistió de gloria
este hijo de Isabel
una rosa y un clavel
le tributo a su memoria.
JUAN DE LA CRUZ
FARÍAS ESPINOZA
HIJO DE SAUZAL
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