No le temas a la muerte
de antemano es alegría
silencio de fantasía
que en eterno te convierte.
Allí florece tu suerte
rosas blancas tu conciencia
toda la luz y la ciencia
de esta vida terrenal
es solo un grano de sal
en nuestra larga existencia.
Que lancen globos al cielo
el día que yo me muera
se harán ciertas las quimeras
que me causaron desvelos.
Mi alma en su eterno vuelo
va un paraíso de rosas
metamorfosis gloriosa
destino del universo
será radiante comienzo
de vidas maravillosas.
JUAN DE LA CRUZ
FARÍAS ESPINOZA
HIJO DE SAUZAL
0 comentarios:
Publicar un comentario