El mercado nos ofrece cada vez más
alternativas de calzado para escoger, casi siempre nuestra elección está
influenciada por la moda de la temporada, pero muy pocas veces nos detenemos a
pensar sobre las características del calzado que verdaderamente necesitamos.
La elección del calzado debe ser
personalizada, ya que dependerá del tipo de actividad funcional que realice la
persona, condiciones ambientales a las cuales estará sometida, genero, edad, intensidad de uso, y aspectos
morfológicos como el peso y forma del pie.
Entonces, ¿en que fijarse cuando
tengamos que tomar nuestra elección?
Debemos tener en cuenta dos aspectos
básicos al momento de tomar nuestra decisión. Primero el calzado debe proteger
el pie frente a las agresiones del entorno, y de las posibles cargas, tanto mecánicas como térmicas que
podría presentar el medio en que nos movemos. En segundo lugar debe permitir el
eficiente desarrollo de actividades funcionales que desarrolle la persona (ej.
Actividades deportivas, laborales, etc.)
Posterior a analizar la protección y
eficiencia que nos prestara nuestra compra, podemos considerar otras variables
que obviamente se relacionan con las primeras, como es el ajuste y agarre del
zapato al piso, el cual nos permitirá maniobrar nuestros pies a nuestro antojo,
permitiendo traccionar mejor y logrando una buena capacidad de frenado de
nuestras extremidades inferiores, dando estabilidad y seguridad al movimientos.
El tipo de pie que tenga el sujeto
también es una variable a considerar, ya sea pronador, neutro o supinador,
refiriéndose esta clasificación a la distribución de la carga de peso en el pie
al momento de realizar la marcha, siendo un pie pronador el que distribuye la
carga del peso principalmente hacia la parte media del pie, un supinador es
aquel que distribuye la carga principalmente hacia la parte lateral del pie o
externa, y en el pie neutro pasa la carga justo por en medio del pie.
Una buena elección de calzado podría
incidir como factor protector en la persona para evitar lesiones y/o
enfermedades crónicas propias del sistema musculoesquelético ya que los
factores antes mencionados podrían disminuir el riesgo de sufrir dolencias
causadas por alteraciones posturales o morfológicas. Esto es también aplicable
a la elección de zapatillas para el corredor (running).
El kinesiólogo puede facilitar en la elección y/o ayudar a modificar el calzado, en la
eventualidad de que la persona este
cursando por alguna alteración en sus miembros inferiores (como es el caso del
pie plano), ya que las alteraciones posturales en la mayoría de los casos
comienzan desde abajo hacia arriba, por lo cual es de relevancia mayor
intervenir lo más precozmente en estas alteraciones para evitar compromisos
funcionales posteriores que desencadenen en enfermedades de tipo crónicas e irreversibles .
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